Nace un nuevo colectivo social para el área metropolitana de Tenerife, aunque en realidad sería más correcto decir nuevo nombre para un mismo colectivo. Y es que este nuevo grupo de trabajo, DAS, surge de la dificultad para coordinar de manera eficaz la plataforma El Pueblo Tiene Hambre, dividida en dos grupos separados por más de 80 kilómetros. Al final, la opción más viable ha sido esta, y aquí estamos otra vez, con un nuevo uniforme de trabajo.
Derechos y acción social (DAS), no encontramos un nombre más oportuno, pues si por algo se caracterizan estos últimos años por estas latitudes, es por una pérdida progresiva y continuada de derechos básicos que en otros tiempos parecían garantizados. Una vivienda digna, sanidad adecuada, alimentación suficiente, o incluso la educación y el trabajo, son todos derechos como necesidades esenciales que se están viendo muy limitadas, especialmente en Canarias. Desde este nuevo colectivo DAS, en la medida en la que humildemente podamos, vamos a trabajar por mantener o recuperar estos derechos perdidos, y lo vamos a hacer básicamente desde la acción social, entendiendo por “acción social” lo que comúnmente se conoce en sociología como esa acción o actividad que tiene sentido para quienes la realizan porque su resultado redunda en beneficio de la sociedad, con una orientación o inspiración de tipo altruista y desinteresado.
Importante detenernos en esto de la acción social altruista y desinteresada, algo que así a bote pronto puede parecer una obviedad y en realidad no lo es tanto, especialmente si hablamos de asociaciones del tercer sector u organizaciones no gubernamentales. Conocido es el término “red clientelar”, y si es conocido es porque funciona y mucho por estos lares. Se suele llamar con este nombre al tejido social que monta el político o partido de turno para favorecer a una determinada asociación u Ong, al objeto de obtener una rentabilidad futura entre sus socios y beneficiarios, en forma de votos y favores varios, o simplemente para apoyar desde lo social un determinado discurso político y justificarlo. Pasan a ser estas asociaciones en realidad Organizaciones Sí Gubernamentales, OSG, en lugar de ONG, quedando así la orientación altruista y desinteresada únicamente en una fachada. Y aún sin esta conexión política, muchas son también las asociaciones y ONGs que se montan aparentemente con un fin muy loable, y terminan sirviendo a una determinada ideología o creencia, practicando un descarado proselitismo caritativo. Cierto que en ocasiones esta desviación de lo que es justo responde a un interés bastante más mundano, cuando la ONG se monta básicamente para dar sustento y alimento a las mismas personas que trabajan en esa ONG, esto es, como si fuera un trabajo remunerado… en especies.
Pues bien, contra todo este tipo de prácticas tratamos de prevenirnos, de ahí lo de acción social, de ahí también nuestras siglas, DAS (del verbo dar), y de ahí también nuestro lema: “Eres… lo que DAS”. Intentamos romper de alguna manera con esa dinámica capitalista perversa que nos dijo un día y muchos se creyeron, que no hay nada mejor que puedas hacer por el mundo que preocuparte por lo tuyo egoístamente. Y ya lo ven, con esta ley del capitalismo de preocuparse cada uno únicamente por lo suyo acaparando cada vez más y más dinero, sin darnos cuenta nos olvidamos de que planeta es finito y necesita cuidados, olvidamos también a toda esa gente que se va quedando atrás, pero no por ello dejan de sufrir, de necesitar y de existir. Y así estamos hoy como estamos, al borde del precipicio, a punto del colapso, quizá porque equivocamos la máxima, cuando en realidad lo que nos hace verdaderamente humanos es darnos a los demás, generosa y fraternalmente.
Eloy Cuadra, escritor y activista social.