Reconozco que fui al concierto sin referencia alguna, más que el buen criterio de Mariano y un vídeo de YouTube de una canción en un concierto en Lanzarote que tenía una entrada bastante cañera, suficiente para dejarse caer por el Lone Star este pasado sábado. Al menos no iría la cosa únicamente de blues, me dije, entendiendo por blues canciones básicamente tranquilas para escuchar sentado. Pero amigos míos, pocas veces un nombre engaña más a la parroquia que este del Río Grande Blues, y que me corrijan si me equivoco pero en la hora y pico que duró el concierto no hubo ni media canción de blues sonando por allí. Y es que estos chicos veteranos ya del panorama musical canario son un grupo de rock duro al más puro estilo clásico, sonido setentero con notables reminiscencias a una banda que duerme en el olimpo de los dioses del rock como es AC/DC, y créanme, no es poca cosa para un grupo canario imitar al señor Young y compañía con canciones propias en inglés sin perderse en el intento.
Hablando de canciones, las cinco primeras de su único álbum hasta el momento “Shoot you rock and roll” son cinco trallazos a la yugular del que no se levante. No lo he dicho pero a los 20 primeros que llegaron al concierto nos tocó también de regalo con la entrada el disco del grupo, y bueno, ya saben lo que hay cuando te regalan algo, no le pones demasiado valor. Así las cosas ayer tarde quise hacer con el CD la prueba del algodón con un colega roquero que no conocía al grupo, al que me llevé al coche y le puse la tercera canción del disco a ver qué le parecía y de dónde creía que eran estos tipos. El colega se quedó alucinando, como yo, encantado con lo que sonaba apuntando a Detroit, Austin, Seattle o cualquier otra ciudad señera de la tierra del Tío Sam, y no me creyó cuando le dije que se trataba de Juanra, Juanjo, Pepe y Diego, a la voz, la guitarra, el bajo y la batería, entre Tenerife y Lanzarote, grabado, mezclado y masterizado por Ane Fernández en los Estudios Neptar de la isla conejera. Por cierto, la tercera canción es para mi gusto la mejor del disco, y no es fácil seleccionar una entre tantas buenas. Se titula “Sharon Stone” y ya pueden imaginar a quién va dedicada… “¡thank you woman, Sharon Stone!” reza el estribillo, dios salve a la sex symbol cinematográfica más salvajemente atractiva de los de mi generación. No es fácil seleccionar una canción porque no le van demasiado a la zaga “Nothing but the blues”, “Take me away”, “All you need” o “Shoot you rock and roll”, por citar algunas, porque como digo el disco es una auténtica delicia que recomiendo busquen, compren, descarguen y escuchen. Y ya puestos a entrar en detalle justo es reconocer el buen hacer del batería Diego Marrero, perfecto en las entradas contundentes a cada canción, fundamentales si de lo que se trata es de sonar al estilo de los del Highway to hell, también perfecto y afinado Pepe Pérez en el bajo, con algunos intermezzos en los que se hacía notar, y como casi siempre en estos casos, magistral Juanjo Jiménez a la guitarra, un auténtico virtuoso al que se le notaban las muchas tablas con el instrumento, que se prodigó en numerosos y exquisitos solos casi en todas las canciones, y es que este grupo, según leo por aquí, se forma en el año 2003 en Tenerife tras la descomposición de dos bandas conocidas del mundillo musical canario de los 80 como fueron Vado Permanente y Conemrad. Si acaso en el debe, por poner algo, que el vocalista, muy correcto en todo el concierto, no pareció del todo entusiasmado y no terminó de conectar con el auditorio, quizá porque no estaba lleno el local. En cualquier caso, detalles aparte, bravo por los chicos del Río Grande Blues, a los que les deseo un prolijo y musical verano de conciertos, a ser posible en escenarios grandes con muchos decibelios, y que yo los vea. Gracias chicos, gracias también a Mariano por hacerlo posible, larga vida al Lone Star, no se olviden de seguirlos y nos vemos en la próxima, amig@s del rock and roll.
Eloy Cuadra, a veces voy a conciertos.