Creo que ya va siendo hora de explicar por qué en las manifestaciones y concentraciones por el derecho a la vivienda en Canarias gritamos ciertos lemas, y no otros. Como este del título, ¡fondos buitre, fuera de Canarias!, ninguno más oportuno, y lo entenderán cuando expliquemos cómo funciona un fondo buitre. Así a bote pronto, diremos que en Canarias tenemos el porcentaje de viviendas en manos de fondos buitre y grandes tenedores más alto de toda España, diremos también que son empresas la mayoría extranjeras de capital de riesgo, que viven de comprar barato en las economías moribundas, para luego vender caro carísimo y cobrarse los beneficios. En lo relativo a la vivienda siempre operan con viviendas que un particular o una promotora perdió, viviendas que el banco ya ha cobrado en buena parte y que en muchos casos cobrará en su totalidad reclamando la deuda al particular aún cuando este ya perdió la casa. El caso es que muchas de estas viviendas son vendidas por los bancos, por segunda vez, en paquetes a muy bajo coste a los fondos buitre a precios a veces de risa. Cabe recordar que cuando un banco o un fondo buitre se hace con una vivienda, en muchas ocasiones no paga ni IBI ni Comunidad, ocasionando una morosidad importante a la comunidad de vecinos y al ayuntamiento en cuestión.
Detalles al margen, lo cierto es que cuando la vivienda pasa en propiedad al fondo buitre, a esta entidad carroñera le da igual si hay una familia viviendo dentro, ya sea con alquiler legal o por la vía de la ocupación, nada quieren saber de alquileres sociales o de problemáticas familiares y rápido emprenden la vía del desahucio judicial, pues lo único que quieren es acceder a la vivienda para venderla -por tercera vez-, en esta ocasión sí a precio de mercado, a ser posible a extranjeros o peninsulares con alto poder adquisitivo, que pagarán más y pondrán menos reparos. Para que se hagan una idea de lo implantados que están los fondos buitre en Canarias, lo están tanto que hasta los tenemos en las administraciones, en Visocan por ejemplo, la empresa pública no se corta en echar a gente de las casas que compra, funcionando como un fondo buitre, cómo ocurrió en La Palma recientemente, y por tener tiene nuestra empresa pública hasta a un consejero delegado que al mismo tiempo es máximo responsable de unos cuantos fondos buitre que operan en la actualidad en Tenerife, y en el Gobierno de Canarias lo saben y miran para otro lado. Se entienden pues las muchas razones que tenemos para gritar nuestro lema, ¡fondos buitre, fuera de Canarias!
Otro lema muy usado es el que grita, ¡Ni más casas sin gente, ni más gente sin casa!, un lema sobradamente justificado cuando en Canarias tenemos unas 150 mil viviendas vacías y al mismo tiempo sufrimos desde hace ya varios años de 7 a 8 desahucios al día. Es absurdo, es de locos, bueno, no… es el capitalismo. ¡Esta lucha, es por nuestros hijos!, este es otro de los lemas que usamos mucho, también con razón, si pensamos que en Canarias el paro juvenil roza el 60%, con los salarios más bajos y la vivienda más cara, nuestras generaciones jóvenes lo tienen crudo por no decir imposible para llevar adelante cualquier proyecto de vida. Otro grito recurrente, ¡Ahí está, la cueva de Ali Baba! Recordamos aquí a los cuarenta ladrones que iban con Alí Babá en el cuento clásico, y lo gritamos cuando pasamos delante de un parlamento o cualquier otra sede política. Creo que sobra que lo explique, si nuestros políticos tuvieran los mínimos de valentía y de honradez que hay que tener otro gallo nos cantaría.
Otro lema que siempre gritamos, y últimamente con más razón, ¡Somos familias, no delincuentes!, importante recordar esto, y que la gente sepa que las personas que sufren problemas de vivienda en Canarias y tienen la necesidad de ocupar una, en la mayoría de casos no son delincuentes, son familias con hijos a cargo que solo intentan proteger a su familia y luchar por vivir. ¡Desahucian al obrero, rescatan al banquero!, otra consigna muy pertinente que también sobra explicar, en esta sociedad canaria donde se protege a los ricos y se fomenta cada vez más la riqueza de unos pocos y se desahucia y abandona e incluso se criminaliza a los pobres. Otro que también usamos a veces, ¡Un desalojo, otra ocupación!, porque es importante que se entienda que por muchos desahucios que se produzcan, por mucha aporofobia que fomenten y muchas leyes contra la ocupación que promulguen, la gente que no tiene casa no puede morirse porque a algunos les molesten, y van a seguir buscando un techo donde vivir, y lo harán aunque haya que ocuparlo. Por último también tenemos lemas personalizados, entre estos los más usados son el de ¡Víctor Torres, dimisión!, y el de ¡Noemí Santana, tampoco da la cara! En este apartado de los lemas personalizados sí reconozco que tenemos que mejorar, porque hay muchos más a los que deberíamos señalar. Tenemos que pensar también en unos cuantos enfocados al Cabildo de Tenerife, con responsabilidades en vivienda, en alquiler vacacional por ejemplo, haciendo estragos, o con lo de la policía de vivienda y las mafias: trabajo para el futuro nos queda.
Y bueno, estos son así por encima algunos de nuestros lemas de guerra por el derecho a la vivienda en Canarias. Decir que de momento seguimos gritándolos, desde la Acampada Reivindicativa, cuando podemos, cuando nos dejan, frente a Presidencia del Gobierno de Canarias, que llevamos ya casi un año gritándolos por muchas calles de la capital santacrucera, y que, aunque han intentado callarnos muchas veces, el eco retumba, y les llega a ellos, a sus señorías, y les seguirá llegando mientras nos queden fuerzas.
Eloy Cuadra, escritor y activista social.