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Llega el PP, paso a los elefantes.

¿No es una paradoja que para poner remedio a una crisis causada por el devenir incontrolado de los mercados que han seguido las recetas de la derecha más liberal, mayoritariamente se opte, como parece ser que ocurrirá, por votar a esa misma derecha ultraliberal? ¿Cómo es posible que frente a la crisis del capital estemos derivando en más libremercado, más recortes sociales, más ayudas a la banca, menos política y más economía y todos callemos y aceptemos resignados? ¿No habría sido más lógico optar por una alternativa política más intervencionista con la que poner coto a los abusos de la libre economía? ¿Quién nos explica este sinsentido? Puede que el elefante tenga la respuesta.


En efecto, el elefante, o la manera de pensar de los elefantes. El elefante es el símbolo de los republicanos –los de Bush- en EEUU, más conocido a este lado del Atlántico desde que Geoge Lakoff, ideólogo de los demócratas –los de Obama-, escribiera su famoso libro No pienses en un elefante (2004).Un libro que por cierto, fue todo un bestseller entre las élites socialistas en España, aunque a tenor de cómo les va no parece que hayan aplicado bien los consejos de Lakoff.

Abundando en el mencionado libro, diremos que su autor es un prestigioso lingüista estadounidense que se aventuraba en 2004 a diseñar fórmulas para contrarrestar el lenguaje político de los republicanos –los que piensan e invitan a pensar en un elefante-, para ayudar así a los demócratas a ganar las elecciones. Cierto es que Obama acabó ganando las elecciones, pero apuesto a que fue más por cualidades propias que por los consejos del señor Lakoff, lo cual no resta méritos a sus reflexiones. Y Lakoff habla para los demócratas, de la necesidad de cambiar el marco de pensamiento en el que se desarrolla y piensa la política, o lo que es lo mismo: no pensar en un elefante, no discutir con un conservador utilizando su lenguaje y sus referencias, pues esto sería como jugar un partido fuera de casa, con la hinchada en contra y los árbitros amedrentados, llevando así todas las papeletas para peder.

Lakoff desarrolla en su tratado once ideas que deben poner en práctica los demócratas, esto es, los que se presumen de izquierdas, para ganar a los del otro bando, a saber: 1. Reconoce lo que los conservadores han hecho bien y nosotros mal. 2. No pienses en un elefante, no te sometas a su marco. 3. Decir simplemente la verdad no funciona: enmárcala. 4. Habla siempre desde la propia perspectiva moral. 5. Entiende bien lo que dicen ellos, de dónde viene, prevelo. 6. Piensa estratégicamente. 7. Crea iniciativas de pendiente resbaladiza. 8. Recuerda que los votantes eligen no por sus intereses, sino por sus valores. 9. Únete y coopera con otros progresistas, aunque sean de intereses diferentes. 10. Se proactivo, no reactivo. 11. Intenta activar tu marco en los indecisos, no gires a la derecha buscándoles.

Interesantes once puntos, pero no ha lugar de desarrollar aquí el libro entero, así que nos quedaremos con el asunto de los marcos, clave para explicar la paradoja a la que aludimos. Los marcos de pensamiento, en efecto, cada ser humano piensa el mundo desde una realidad y una manera de razonar propia, formada por toda una experiencia previa acumulada a lo largo de su vida. No se piensa en el vacío. Nadie, ni el más ético y recto de los mortales piensa y razona sin dejar caer en su análisis algún prejuicio o idea preconcebida sobre algo o alguien. Así, tomemos el tema que tomemos para analizar, unos lo pensarán desde y dentro de un marco y otros desde y dentro de otro marco, y el resultado de sus reflexiones serán más o menos concordantes dependiendo de lo similares o no que sean ambos marcos de pensamiento.

Pensemos ahora en el marco de pensamiento de un señor de derechas tipo y enfrentémoslo al marco de pensamiento de un señor de izquierdas tipo. Valores del primero: la familia –tradicional-, la patria, la identidad nacional, la tradición, la disciplina, la religión o la libertad –en lo económico-; valores del segundo: la tolerancia, la igualdad, la cultura, la universalidad o la solidaridad. Así, uno y otro tratarán de llevar el debate sobre cualquier asunto a su marco propio, entre sus valores, para tener de esta manera más posibilidades de ganar a su oponente. ¿Y qué ha pasado en España, en Europa, en Occidente, con los marcos de pensamiento? Que poco a poco y sin que nos hayamos dado cuenta, la derecha ha ido imponiendo en el debate público y en el sentir de la ciudadanía su propio marco de pensamiento a la hora de buscar soluciones a cualquier tema. Así, gracias al control de los medios han podido desviar el foco en relación a la crisis para que nos olvidemos de la igualdad, nos han inyectado miedo y más miedo para que nos olvidemos de la tolerancia o la universalidad, han banalizado la cultura para que no pensemos en lo realmente importante y vayamos perdiendo el sentido crítico-creativo en favor del gregarismo más grotesco, han cambiado la Alianza de Civilizaciones por el Choque de Civilizaciones, y, en definitiva, han logrado implantar en el ciudadano medio el marco de pensamiento para ellos más favorable, que no es otro que el del elefante, osease, el de la derecha. Era de prever que así ocurriera, no obstante, pues es bien conocido ya el tópico de que mandan los mercados sobre la política, y si los mercados mandan, los mercados pondrán los medios para favorecer a los políticos que les hacen el juego en detrimento de los que quieren controlarlos.

Y bien, ¿qué han hecho los de la izquierda frente a este planeado cambio de marcos? Sencillamente, han claudicado. Y el paradigma de la claudicación lo tenemos bien representado en la figura de nuestro presidente, el señor Zapatero. Alguien que empezó sentándose al paso de la bandera de los EEUU, que regularizó inmigrantes y aprobó leyes para que los gays y las lesbianas pudieran casarse, y termina ordenando redadas para cazar a inmigrantes y rindiendo pleitesía a los mercados, a los bancos, a los americanos y a la propia derecha aplicando las mismas medidas que aplicarían ellos si gobernaran. ¿Por qué lo hizo? Porque renunció a su marco propio y se dejó arrastrar al marco de la derecha pensando, quizás, que también ahí podría ganar.

Un ejemplo de cómo se escenifica este triunfo del marco de la derecha lo podemos ver en el tan nombrado asunto de la inmigración en Europa. Imaginemos que dialogan hoy frente a un concurrido auditorio dos políticos, uno es conservador y otro es progresista. Hablan sobre inmigración y han de argumentar, deben convencer a su auditorio de que su propuesta es la más sensata. En un debate tipo donde cada cual se ciñera a su marco de valores, es de suponer que el de izquierdas hablaría de solidaridad, de derechos humanos, de tolerancia, de responsabilidad compartida, de oportunidad y enriquecimiento mutuo. Mientras que el otro, el conservador, es muy probable que le respondiera esbozando su marco, y le hablara de crisis económica, de fundamentalismo religioso, de dificultades en la integración, de violencia, de índices de delincuencia, de que no hay trabajo para todos, del peligro de colapso de los servicios esenciales, del peligro de pérdida de la identidad y la cultura nacionales, y de sabe Dios cuantas cosas más, negativas todas, aunque no ciertas en su mayoría. Pensad ahora que ese imaginario debate se está desarrollando en España: ¿por qué opción creéis que optaría la mayoría del auditorio que los escucha? Sobra la respuesta en un país que acepta que se organicen redadas para perseguir a inmigrantes y encerrarlos en cárceles sin haber cometido ningún delito.

¿Lo veis claro? Esto mismo se repite con la mayoría de asuntos de importancia para los que hay que plantear soluciones hoy: se debate en el marco de la derecha y ya siempre juegan en su casa. Queda así explicada convenientemente la paradoja y el absurdo del abrazo resignado a la derecha de las clases medias trabajadoras europeas. La izquierda que decía representar el PSOE ha claudicado, se ha vendido, ha desertado, ha renunciado a sus valores y ya no es izquierda, es otra cosa. ¿Podían haber elegido? Desde luego que sí, cómo ha elegido Islandia plantar cara a los mercados, como hizo Lula en Brasil o los Kitchner en Argentina. Podían los socialistas españoles haberse mantenido en su teórico marco de valores, pero para ello el señor Zapatero y sus colegas tendrían que haber mostrado una valentía y un sentido de la responsabilidad del que probablemente carecen.

Nos queda un episodio más, aún no escrito, hasta saber qué pasará cuando entre la derecha y básicamente nada haya mejorado en la vida de la mayoría de la gente. Entonces, ¿qué haremos entonces?

10 Comentarios

  1. La palabra preveer NO EXISTE. Sí proveer o prever

    • Gracias Teresa por tu corrección, tendré que volver al colegio a aprender ortografía. Teresa… ¿desde Argentina?

  2. Todo esto me gusta bastante, pero el principal problema que tenemos es que la derecha esta consiguiendo lo que quieren, que no nos organizemos los que tenemos planteamientos de izquierdas y creo que una de las causas es que pensamos a corto plazo (elecciones) y fundamentalmente que desde que alguien piensa distinto que nosotros nos seperamos, y por lo tanto no nos unimos.

  3. Muy interesante.
    Lo cierto es que yo misma he claudicado ante la derecha, y parece que el marco está construido. Mi voto esta vez no va a ir al psoe por muchas razones, y una de ellas es que están haciendo política de derechas (a loco y dirigidos por la Merkel). Pensaba en un partido pequeño, pero miro un poco y nada más veo caras conocidas de gente sin oficio conocido, nunca.
    Voy al nulo que propones de cabeza, en el caso de que vaya a votar. Al final siempre voy, y siempre acababa votando al psoe. Pero esta vez no…

  4. este giro a la derecha se relaciona con el secuestro emocional y la alienación mental ke padece una mayoría humana, pero yo creo ke ay salida un poco más a la izquierda ke el eurosocialismo parlamentario, y esta es la involución previa al triunfo del comuniarismo vecinal de mi web LIBRODELAVIDA.ORG. grasias

  5. If you could e-mail me with a few suggestions on just how you made your blog look this excellent, I would be grateful.

  6. Interesantísimos puntos de vista, sin duda, tal vez es, como a las plantas, no olvidarnos de la semilla, mimarla poco a poco, calor, sol, agual y llegado el momento Florece¡¡¡¡
    saludos

  7. apartidista 2.0

    ¿Puede ser, en un casual no muy remoto, que el ascenso de la derecha en Europa esté orquestado? Ya no solo por captación de votos, como expone este escrito, si no por un claro movimiento del capitalismo hacia un control total del libre mercado, además del dogmatismo religiosos que parece imperar ultimamente por ahi…