Wellcome to América.

En esto de la música, siempre hay un momento en el que te das cuenta de cual es tu camino, tu senda, tu melodía de entre todas las melodías, la mía, sin duda es el rock americano más clasico. Creo que fue una cinta de casette grabada que me pasó un viejo amigo, siendo aún quinceañeros… un recopilatorio de un grupo ahora ya clásico entre los clásicos, y con el nombre más original que haya escuchado nunca, que no es otro que la Creedence Clearwater Revival.
Me pasaba horas y horas escuchando la misma cinta, que para no gastar las pilas del walkman rebobinaba con un bolígrafo bic. ¡Ay…, aquellos maravillosos años! No sabría con qué canción quedarme, quizás la grandiosa y psicodélica Susie Q. Y qué decir de la cinematográfica y antibélica Fortunate son . Aunque me gustaban también las que tenían un aire más country, como Cotton fields. Geniales, irrepetibles, ellos son, La Creedence.
Hoy creo que sólo continua John Fogerty, aunque sigue haciendo buenas canciones… Somebody help me.

Luego vinieron muchos más, y llegó para quedarse otro legendario grupo americano bandera del rock sureño, los impronunciables, Lynyrd Skynyrd, nombre que le pusieron en honor a un profesor de instituto que debió hacérselas pasar muy mal a algunos de la banda, el señor Leonard Skiner.
Recuerdo que fue en un pub, Mogambo, finales de los ochenta, el dj siempre ponía su famosa Sweet home Alabama, y cuando no la ponía se la pedíamos. Formó parte de un disco que ha pasado a la historia del rock como uno de los mejores de todos los tiempos, Second Helping. Aunque a mí me gustaba más esta otra… Working for MCA

Y recuerdo especialmente otra de ellos, Born to Run, quizás por lo aburrido que estaba aquel día en aquella guardia allá por 1992, o porque alucinaba con esas guitarras, y es que hay canciones que se te quedan grabadas a un momento y un lugar para siempre. En ese directo ya algo maduritos, sin su cantante original Ronnie Van Zant y el guitarra Steve Gaines, ambos fallecidos en un accidente de avión en 1977. Tampoco está en ese directo Allen Collins, guitarrista carismático, alma mater del grupo fallecido en 1990. Como véis, un banda con épica donde las haya, que supo renacer una y otra vez y perdurar en el tiempo hasta convertirse en el grupo definitivo de rock suereño.
Pero no se puede pasar de hablar de Lynyrd Skynyrd sin referir la canción entre las canciones, Freebird, versión directo de 1975 con solo de Allen Collins para flipar. Si encontráis alguno mejor decídmelo.

Y seguimos en los Estados Unidos de América, donde me quedaría toda la vida si sólo de música viviera, lo cual parecería una contradicción visto así, puesto que el sistema, ese que se pretende cambiar en esta página, casualmente tiene en EEUU a su más distinguido defensor. ¿Hay ideología en la música? Cabría preguntarnos. Sin duda la hay, pero para los que la aman de verdad creo que trasciende a cualquier ideología. Vale también otra reflexión: ni los malos son siempre malos, ni los buenos totalmente buenos, en el fondo, todos víctimas.

Pero esta sección no va de eso, así que dejémonos de política y volvamos a lo que nos gusta, el american way of rock, y vuelta al presente más reciente para saborear a un grupo que me tiene enganchado sobremanera últimamente, el cuarteto de Providence, Deer Tick, también de gira por España hace apenas unos meses. Aquí va un crítica.
Y aquí una canción, Ashamed, que firmaría el mismísimo Dylan.
Rasgada y profunda la voz, hermosas armonías vocales y un campanilleo de guitarras que por momentos me recuerdan a mis venerados Byrds, como en esta 20 miles, o en esta otra Dirty dishes. Y tampoco exentos de fuerza, como en esta última Mange de apoteósico final.


Y hasta aquí de momento, pero habrá más, mucho más…