Siempre me gustó indagar entre lo diferente. Ya desde pequeño, observaba a los adultos, ahora de adulto no dejo de observar –y de copiar- a los pequeños, y he buscado y sigo buscando, y sigo aprendiendo en otros adultos distintos a mí, ya sean inmigrantes en el lado “rico” del mundo, o sean excluidos, o privilegiados. Alteridad es la palabra, el Otro, el diferente, lo que no es como tú. Así, no es extraño que hoy me interese y escriba sobre ese otro grupo de personas con las que tanto me identifico y también mucho me diferencio. Por el título lo sabréis, estoy hablando del lado femenino del mundo: de la mujer.
Vaya por delante este homenaje en clave musical a todas las mujeres que he conocido y me dejaron algo, a las que me enseñaron, a las que me inspiraron, a las que me cuidaron, a las que me amaron –y a la que me ama-, a las que me odiaron y a las que he amado, a las que vendrán. A la madre, a las muchas madres que he tenido, a las hijas que no tengo pero, nunca se sabe, a las que son legión y se la están jugando al frente de los movimientos de indignación que recorren España, y a las que siempre han estado ahí ofreciendo cuidado y belleza al mundo cuando otros sólo ofrecían violencia y barbarie. Cuanto de ellas hemos de aprender, nosotros, los del reverso masculino del mundo.
Y si hemos de hablar de mujeres que pintaron algo en mi universo musical, la primera y precursora, rebelde y desgarradora: Janis Joplin. No sé por qué me gustaba, si los ochenta ya no eran tiempos de Music, Love and Flowers. Se ve que andaba ya entonces algo trasnochado. No entiendo por qué tuvo que morir tan pronto. ¿Imagináis cuantas maravillosas canciones habría podido dejarnos con un poco más que hubiera vivido? Por suerte, nos legó algunas inmortales, y de entre todas, quizás una… Piece of my heart.
Otra precursora, la gran mamá del soul, Aretha Franklin. Creo que me llegó por primera vez en aquella inolvidable película de los Blues Brothers, Granujas a todo ritmo. Recuerdo que fuimos a verla todos los de la pandilla a casa del que tenía video, lo que no recuerdo es si fue en Beta o en VHS. Recuerdo a Aretha haciéndonos pensar a todos al grito de Freedom en su inigualable Think. Y es que hay momentos, hay canciones que quedan para siempre grabadas a un instante. Esta canción volvió a sonar y de qué manera otra vez la nochevieja del año 1992. Y no, no piensen en una concurrida sala de fiestas, piensen en un viejo cuartel militar a las afueras de Madrid. Ya entonces empezaban a pesarme las armas, pues, aquella noche, sólo bailamos.
Y no es posible abandonar aquellos maravillosos años sin hablar de otra rebelde ilustre del universo femenino del rock. Hablo de Patti Smith, la poetisa beat, la madrina del punk, andrógina, transgresora… Because The nigth es su canción más famosa, Pissing in a river la que a mí más me gusta… ¿o es la versión que hizo hace apenas unos años del dylaniano Changing of the guards? ¿Cómo elegir? Genial Patti.
Basta mirar un poco para comprobar lo mucho que hay de rebelde en el lado femenino del rock. ¿Les suena P. J. Harvey?, ¿o Courtney Love, femme fatale, viuda negra, la señora Cobain? ¿Y Sherryl Crowl? Mención especial a lo mejor que dio la pasada década, mitad hombre mitad mujer, eran dos The White Stripes, Offend in every way, inflamable, Meg White estaba ahí.
Y entre lo más reciente, Juliette and the Licks. ¿Recuerdan a Juliette, Juliette Lewis? Aquella tierna adolescente que tentaba a un malo malísimo De Niro en El Cabo del miedo; años después es pura energía sobre los escenarios. Aquí la podemos ver con su grupo en una versión bastante buena del clásico de Iggy Pop Search and Destroy.
Reminiscencias de un pasado teñido de soul, la revelación negra del año 2010, se hace llamar Rox. Sutil, hermosa versión acústica de su canción más exitosa: No going back. No me canso de escucharla.
Y en la cima, on the top of the world, en lo más alto del firmamento musical de Versus, una mujer con un nombre tan raro como potente es su voz y arrebatadora es su presencia sobre los escenarios. Es Lisa Kekaula, vocalista del grupo The Bellrays. Voodoo Train, rompedora… Black Lightining, eléctrica… One big party, subidón… Y así podríamos seguir degustando energía hecha musica de la mano de Lisa y sus Bellrays, pero bueno será dejar algo para que lo descubran ustedes.
Después de este repaso, creo que nadie osará decir ya que el rock es cosa de hombres.
Y hasta aquí mi pequeño reconocimiento. Espero que haya gustado, a ellos, y especialmente a ellas. Seguro, habrá más en el futuro.