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LO CONFIESO: SOY DUDACIONISTA

Desde hace tiempo acostumbro a dudar, dudo por sistema de lo que me dicen los políticos, especialmente si son españoles, pues son de la clase más corrupta y podrida que conozco y además mienten casi cada vez que hablan. Dudo, también, desde hace mucho, de la gente que trata de imponerme cosas sin el más mínimo debate, con el argumento de que es lo mejor para mí. No entiendo cómo pueden saber qué es lo mejor para mí sin conocerme. Y dudo, dudo mucho de los medios de comunicación generalistas, pues no son mi padre ni mi madre que siempre me contarán lo que es mejor para mí, son empresas que dependen de un poder económico y solo buscan lo que es mejor para ellos. También dudo y mucho de un presidente que me habla con un lenguaje bélico como si fuera un niño, porque soy pacifista y además ya algo mayor. Y dudo, claro que dudo, de los que tratan de protegerme de una enfermedad que no tengo separándome de la gente que quiero, prohibiéndome, amedrentándome y arruinando a la mayoría para terminar inyectándome algo que nadie sabe lo que es y va a acabar haciendo más ricas a unas multinacionales farmacéuticas que ya lo son bastante, y es que dudo, y mucho, de la gente que está dispuesta a hacerse rica y hacer negocio con cualquier cosa.
dudacionista
Y por supuesto dudo de los que me imponen soluciones simples y absolutas en un mundo cada vez más complejo y diverso. Dudo de los que se inventan un nombre, o dos, o tres, para clasificar, despreciar, insultar, descalificar, censurar y perseguir a otras personas que sólo dudan, igual que yo. Por cierto, es muy extraño, y me es imposible creer que tantos médicos y científicos que opinan que muchas de las medidas que se están aplicando son exageradas, erróneas o contraproducentes se hayan vuelto locos al mismo tiempo en tantas partes del mundo, y quieran hacerlos callar sin dejarlos expresar su opinión también científica. Y ya no es que dude es que me parte el alma ver como para luchar contra una enfermedad que tiene una tasa de mortalidad muy pequeña y una sintomatología que afecta sin síntomas o muy livianamente a la mayoría, estemos asustando y robándoles la infancia a los niños cuando a ellos, angelitos, la enfermedad casi ni les afecta, dejándoles a cambio unas secuelas terribles, muchas de las cuales aún desconocemos.
niño mascarilla
Y ya ven, igual que de estas dudo de otras muchas cuestiones, aunque también tengo certezas, y me encanta cuando alguien me explica y razona las cosas y aun con mis dudas habituales termina convenciéndome. Así que bueno, ahora ya lo saben, pueden llamarme dudacionista. O mejor no, no me llamen de ninguna manera más que por mi nombre, y es que soy tantas cosas diferentes.

Firmado: alguien que duda.