Razones para participar en ANC (I): Porque no hay PCI sin soberanía.

La Prestación Canaria de Inserción, hace unos años casi nadie sabía de ella, hoy en cambio pocos son los que no la conocen, por desgracia, al menos de oídas. Mil trabas y triquiñuelas legales para que la gente no pueda optar a ella y un presupuesto siempre ridículo han sido la norma, por obra y gracia de un Gobierno de Canarias que nunca ha tenido voluntad por gestionar bien esta prestación. Pero más allá de la responsabilidad que tiene el Gobierno Autónomo, lo cierto es que la PCI es algo más que una ayuda si nos fijamos en lo que dice su reglamento, son itinerarios de inserción social y laboral, es un seguimiento pormenorizado, es asistencia a cursos de formación, es asegurar una vivienda, y la realidad es que la PCI la necesita hoy casi un tercio de nuestra población pero sólo la cobra un 1% de los que deberían recibirla, quizás porque, como dice el título de este artículo: no hay PCI sin soberanía.

No hay PCI sin soberanía, y olvídense de itinerarios ni programas, ni cursos ni seguimientos, pues Canarias no tiene herramientas legales para desarrollar con unas mínimas garantías de éxito políticas que den soluciones laborales, educacionales o habitacionales a esa tercera parte de la población que necesita de esa PCI.
Canarias no puede tener transferidas las competencias en materia de Servicios Sociales y pensar que se pueden hacer milagros y bajar las elevadísimas tasas de pobreza, de paro, de pobreza infantil, de falta de equidad educativa, de desempleados que no reciben prestación o de desahucios, si el Gobierno de Canarias se ve continuamente vetado o impedido por el Gobierno de España para desarrollar políticas en otros campos por carecer de competencias.
Empezando por la financiación, no es entendible que Canarias recaude para el Gobierno de España más de 12.000 millones de euros anuales por turismo, casi el 20% del total de lo que España ingresa por este concepto, y a cambio desde Madrid nos reviertan migajas, con recortes y más recortes. Para que se hagan una idea clara de las cifras en las que nos movemos, 12.000 millones es el doble del presupuesto de la Comunidad Autónoma de Canarias cada año. Si no hay soberanía para decidir cual es el reparto más justo de la riqueza que genera Canarias, mal empezamos, y difícilmente podrá haber una PCI bien financiada.

Y mal continuamos si Canarias, con un desahucio casi cada dos horas (4.298 en 2014) y 130.000 viviendas vacías, encuentra el veto del Gobierno de España en el Tribunal Constitucional a una ley canaria por el derecho a la vivienda que pretendía poner en uso social buena parte de esas casas vacías, aduciendo que el Gobierno de Canarias no tiene competencias para ello. Sin competencias en Vivienda, con competencias en Servicios Sociales, complicado para que el trabajador social le busque una casa a esa familia que recibe la PCI.
Y es malo, muy malo para los canarios, que Canarias no pueda contar con un marco propio que aproveche las muy favorables condiciones naturales que ofrece el Archipiélago en horas de sol, potencia de viento y energía mareomotriz, entre otras, para crear muchos puestos de trabajo en el sector de las energías renovables, porque el Gobierno de España al servicio de las multinacionales Eléctricas lo primero que hace cuando entra a gobernar es aprobar una moratoria en forma de Real Decreto y cargarse las primas a las renovables, haciendo así muy poco viable la producción de energía limpia en Canarias.
Y es un absurdo temerario que los canarios no podamos proteger nuestras costas, nuestros ecosistemas naturales y nuestra principal industria, cuando el Gobierno de España nos impone por la fuerza las prospecciones petrolíferas y para colmo no tenemos control ninguno ni soberanía sobre nuestros puertos para responder con eficacia en caso de catástrofe, como casualmente sucede ahora con el barco ruso que está regando nuestras costas de petroleo sin solución.

Y es imposible que Canarias pueda mejorar sus desfases en el sistema educativo cuando aprueba una Ley Canaria de Educación que viene de una Iniciativa Legislativa Popular y que lo que pretende es adaptar nuestro sistema a un modelo que de solución a nuestras carencias educativas, y de nuevo lo que encuentre sea la oposición y una nueva amenaza de veto del Gobierno de España para imponernos su elitista Ley Wert.
Y una de las últimas, la privatización de los aeropuertos canarios, infraestructuras claves para la movilidad de nuestra gente y claves también para el turismo, que ve como pasará ahora a la lógica de la rentabilidad, el interés y la ganancia de cualquier empresa, sin ningún control canario de lo que se haga con nuestros aeropuertos.
Y así una y otra vez el Gobierno de España legisla contra el interés general de los canarios, privándonos de la capacidad para tomar decisiones sobre las cosas que en verdad importan aquí, con la colaboración siempre necesaria de las élites políticas locales, esos guardianes de la finca encargados de que todo siga como ha sido siempre, total, ellos nunca van a necesitar de una PCI. Por eso aquí nunca se ha hablado ni se ha luchado por la soberanía, no fuera a ser que se molestaran los dueños de la finca allá en Madrid. Pero el abuso es ya tan descarado que se hace difícil no darse cuenta.
Está claro entonces, si el meollo de todo está en la falta de soberanía, habrá que estar con el grupo que trabaja por la máxima soberanía de la manera más universalista e inclusiva. Y esta es una razón, que no la única, que me lleva a participar con Alternativa Nacionalista Canaria.

Y es que no veo a Fernando Clavijo reclamando más soberanía, ni tan siquiera unos mínimos para disimular, cuando es vox pópuli que tiene hecho el pacto con el PP, y si no será con el PSOE. Tampoco veo a los atrapalotodo de Nueva Canarias con capacidad para ir hasta el final en la reclamación soberanista, Román ya ha dicho que a lo más que llega es a autodeterminista. ¿Podemos y otros sucursalismos alternativos?: la palabra lo dice, son sucursalismos, no funcionan mucho por estas tierras, no acostumbran a salirse del marco constitucional y no pasan de un ambiguo derecho a decidir. Y en último caso están los nacionalismos de derechas, muy peligrosos a mi entender -apunten ahí al CCN y también a CC-, pues casi todos llevan bastante carga xenófoba en su ADN, y no se trata de eso.
Así las cosas, la opción que me queda si quiero participar en política de alguna manera es participar con ANC. No se asusten, lo aclaro, no me volví un fanático de la bandera de las siete estrellas, no voy llamando godos a los peninsulares ni los invito a marcharse, simplemente soy un ciudadano del mundo que lucha por la tierra en la que vive, que cree que la mejor manera de luchar por el bienestar de los canarios es desde un grupo independentista de izquierdas, como es ANC. El independentismo como herramienta de presión y de negociación con el Gobierno de España: pedir y luchar por lo máximo para conseguir al menos un poco de soberanía, y con ella un poco de bienestar, de eso se trata, como vienen haciendo en Cataluña y en el País Vasco desde hace décadas, no han conseguido la independencia todavía ni se prevé que la logren pronto, pero no están tan mal como estamos en Canarias, por algo será.
Como diría Leibniz, en el mejor de los mundos posibles todos los pueblos deberían poder ser libres, y a eso hay que aspirar siempre aún a sabiendas de que en este mundo en el que vivimos no hay ya pueblos ni países libres, como no es libre España, ni lo es Grecia, ni lo es Italia, por poner algunos ejemplos recientes.
Pues eso, ahora ya lo saben, si me ven en alguna lista de ANC esta es una de las razones. Hay más pero las dejo para futuras entregas.

Eloy Cuadra, escritor y activista social, en el puesto 27 al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife por ANC como independiente.