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El sistema y sus enemigos


¿Han oído hablar de los mecanismos de desconexión moral? Es posible que lo hayan visto reseñado en algún libro de divulgación general, y casi es seguro si han estudiado psicología. Estos mecanismos son algo que funciona en la mente del ser humano, y lo vino a definir un psicólogo canadiense, Albert Bandura (Mundare, 1925), hace ya unas cuantas décadas. En pocas palabras, son aquellos pensamientos y juicios que las personas usan para justificar su comportamiento cuando este resulta moralmente algo dudoso. Bandura se fijó en la manera en que las personas fabricamos estándares morales con los cuales regimos nuestra vida, como principios morales que conocemos, en los que nos han educado y asumimos como válidos para diferenciar lo que está bien y lo que está mal y saber también discernir entre malos y buenos.

Y bien, lo que decía Bandura es que hay ocho mecanismos cognitivos diferentes que funcionan muy a menudo en nuestro cerebro y cuando se activan provocan que desconectemos de alguna manera nuestra moral o nuestra capacidad para juzgar algo como malo, de forma que nuestra conciencia digamos que descansa o se toma unas vacaciones y no entra a juzgar el asunto en cuestión, aunque éste se muestre a todas luces reprobable a poco que lo observemos con algo de detalle. Son ocho, como les digo, pueden verlos si les interesa en cualquiera de los manuales de psicología que hay en las universidades. El que más se activa, por desgracia, la deshumanización, aunque en realidad funcionan y muy bien todos al servicio de los intereses del sistema, ya sea la justificación moral, el lenguaje eufemístico, la minimización o distorsión de las consecuencias, el chivo expiatorio, la comparación ventajosa, el desplazamiento de la responsabilidad, la difusión de la responsabilidad y la atribución de culpabilidad. Aunque aquí vamos a centrarnos sólo en uno de ellos, el que habla del desplazamiento de la responsabilidad.

¿Cómo amamos? ¿Cómo odiamos? ¿Cómo vivimos? El ser humano, para vivir medianamente tranquilo, necesita definir su entorno más cercano y poner nombre a las cosas y a las personas con las que convive. Es evidente: es complicado vivir rodeados de incertidumbre e indefinición. Amamos a alguien o a algo concreto, odiamos a alguien o a algo concreto, no se puede amar u odiar a algo indefinido que no podemos situar en el tiempo ni en el espacio. Así, cuando se activa el mecanismo de desconexión moral llamado de desplazamiento de la responsabilidad, la responsabilidad o autoría de un hecho queda diluida, se nos hace difícil buscar al responsable, no se sabe quien es, o donde está, o cuantos son, y acabamos por no juzgar el hecho en sí, o no hacerlo con la severidad que deberíamos. Y muy al contrario, cuando somos capaces de focalizar nuestra rabia o indignación por un hecho concreto en un actor como responsable primero y principal, nuestra animadversión hacia esa persona se acentúa sobremanera y activamos todos nuestros recursos para acabar con esa persona.


Y bien, eso es lo que sucede hoy en el mundo cuando se trata de buscar enemigos o responsables de nuestra suerte. Los “malos” que se enfrentan al sistema están claramente definidos y objetivados, al tiempo que se hace muy difícil focalizar en alguien la responsabilidad de todo lo que funciona mal dentro del sistema. Así tenemos al malo malísimo, Osama Bin Laden, responsable de esa ola de terror fanático que sacude el planeta, al que todo el mundo conoce aunque nadie sabe donde está ni se le ha visto. Y malo malísimo también lo fue en su día Sadam Hussein, como ahora ahmadineyad, Gadafi, Mubarak y otros tantos. Caso similar al de Hugo Chávez, como antes lo fue Fidel Castro, revolucionarios subversivos que pretenden unir a Sudamérica contra la democracia. ¿Y qué decir de los antisistema? No pueden ser ciudadanos normales y por consiguiente imposibles de clasificar, hay que catalogarlos, son hippies, ocupas, porretas, alborotadores y radicales de ultraizquierda que no tienen dos dedos de frente. Y así siempre, los contrarios al sistema tienen nombre y apellidos y son sistemáticamente satanizados, caricaturizados o desprestigiados por el sistema y sus instrumentos de propaganda. Y este mecanismo funciona igual dentro del propio sistema, cuando alguien cae en desgracia y se le quiere hacer pagar los platos rotos, tenemos el ejemplo en la crisis actual que vivimos en España. Preguntad a ver quien tiene la culpa de nuestra crisis: ¿los bancos, las subprime, la burbuja inmobiliaria o Zapatero? Está claro que Zapatero. ¿Acaso alguien puede odiar a las subprime? ¿Qué es eso? La culpa es de Zapatero, tanto es así que aún sin haber perdido nunca unas elecciones en su partido ya lo han retirado de la pugna para las próximas generales esperando que al cambiar de cara se podrán recuperar algo.

Y a nivel global ocurre lo mismo, se habla de crisis global pero cuando queremos situar al culpable nos encontramos con los mercados, las corporaciones, los especuladores, las multinacionales, los lobbys y en definitiva, el sistema. Pero, ¿quién es el sistema?, ¿quiénes son todos estos? No tienen nombre y apellidos, son muchos o son pocos pero nadie los conoce, cuestión esta a la que tampoco ayudan los medios de comunicación, encargados de informarnos cuando en realidad lo que hacen es manipularnos. Y así estamos, y así juegan con nosotros. E ineludiblemente me viene ahora a la mente aquella frase de Malcolm X que decía Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido. Porque como vemos, es difícil tener miedo de algo indefinido, no podemos temer a una sucursal bancaria o a la bolsa de Wall Street, pero sí podemos temer a un señor barbudo que profesa una clase de fanatismo religioso y piensa en matar a todos los que no estén de acuerdo con él.

En fin, espero que sirva al menos esta reflexión para que en adelante se lo piensen mejor antes de odiar o cargar a alguien con las culpas de nuestros males. Si lo hacen así, de seguro serán un poquito más libres.

Versus

9 Comentarios

  1. Me ha gustado mucho esto de los “mecanismos de desconexión moral”.

    Sabía que existía algo así pero no tenía ni idea de que estaba hasta categorizado.

    Sería bueno que abundaras en los otros siete y su aplicación a la situación actual. Saludos.

  2. Estoy de acuerdo pracicamente con todo menos en lo de que no hay nombres (paulino rivero)
    …aceptando parte de culpa, de mi suerte…desde luego que con menos corruptos y ladrones de corbata me/nos hubiera ido mejor
    Muy interesante el artículo.

    • Bueno, tampoco Rivero tendría toda la culpa, es solo el que tienen puesto el primero. Habrá que hacer algo de autocrítica y ver por qué llevan tantos años gobernando los mismos.

      • Por supuesto que no la tiene toda, solo toda la que puede, como sus cómplices. Este tipo de escoria no hace más daño porque no sabe como sin que le perjudique.
        En cuanto a la autocrítica, claro que hemos permitido y por ende contribuido a llegar a esta situación, pero no creo que conscientemente, a diferencia de ellos, y la intencionalidad convierte un homicidio involuntario en asesinato, en este caso de un país. Además, de que entrar a reconocer que hicimos y hacemos mal está bien, pero seamos conscientes de que eso es lo que ellos quieren, creando el ambiente necesario para diluir sus culpas y distraernos de la acción pricipal que es difícil pero simple..hacer justicia.

  3. Estimado y acertado hermano Versus, has llegado a la raiz del encantamiento. De la tracaleria del prestigiditador que nos proyecta una ilusion. Como los trileros siempre estan moviendo la bola para despistarnos y sigamos apostando por la continuacion de lo mismo, a costa de nuestro futuro… economico y ecologico.
    Pido permiso para colgarla en la pagina de Santuario Camino Sagrado que tengo en el facebook…
    Sigan adelante, nuestros sueños de libertad si somos perennes seran cumplidos, y el hombre podra ser libre sobre la tierra.

  4. Encontré este artículo por facebook. Me alegra que haya gente así… me recuerda, de mitad hacia abajo, a algún artículo que he escrito yo.

    Un saludo V de Versus…

    • Gracias Jaime. Sabes, muchos se creen que son originales, pero se sorprenderían al saber la de gente que piensa como ellos. Eso nos pasa a ti y a mí, hemos reflexionado sobre lo mismo desde distintos lugares. Estoy seguro que si más de uno se parara a pensar un momento, sobre el artículo y sobre otros temas de los que se abordan en esta página, tal vez también coincidiría contigo y conmigo. Somos muchos, pero no lo sabemos…